La contratación del arquero Romel Quiñónez es una apuesta del directorio de Blooming, que lo pondrá a disposición del cuerpo técnico solo cuando el jugador esté apto físicamente.
Para ficharlo, el club le puso una serie de condiciones al futbolista, empezando por su salario, que será el mínimo nacional mientras no baje de peso.
Por ahora, Nery Quintana, preparador de arqueros y entrenador personal del golero, es quien se encarga de organizar las tareas de Quiñónez.
Blooming, dirigido por Eduardo Villegas, cuenta con cuatro arqueros: los experimentados José Peñarrieta y Marco Daniel Vaca, además de Braulio Uraezaña y Carlos Jiménez.
Es intención de Juan Jordán, presidente del club, según declaró este miércoles por la mañana, “recuperar a un gran arquero”, quien en la actualidad tiene 28 años. “Ha aceptado las condiciones con tal de volver a los sitiales que ocupaba hace varias temporadas en Bolivia”, subrayó.
El contrato y sus variables
Explicó que se llegó a un acuerdo conveniente para los dos partes, y se ha firmado un contrato con una serie de variables, que tienen que ver con el peso de Quiñónez, que por ahora se encuentra por los 100 kilos.
El golero percibirá 2.122 bolivianos de salario, unos 305 dólares, mientras no alcance su peso ideal, menor a los 92 kilogramos. “Nosotros hemos exigido que sea menos de ese peso”, apuntó.
Cuando se cumpla con ese primer objetivo, “inmediatamente se activará una cláusula por la que va a ganar menos de la mitad de lo que estaba percibiendo en sus anteriores equipos”.
En Oriente Petrolero, su último club, que precisamente por temas relacionados con su peso le rescindió el contrato en noviembre de 2020, ganaba 10.000 dólares mensuales.
La tercera variable, explicó Jordán, tiene que ver con que “si agarra la titularidad con 95 o 105 kilos, con los que venía jugando, porque el cuerpo técnico lo necesita, entonces se le pagaría un bono de 500 dólares por partido jugado”.
Unos 40 días
Quintana comentó que en estos días trabaja de manera ardua con el golero y que estima que en 40 días aproximadamente alcanzará el peso que se ha convenido con la dirigencia.
Hubo algunos desajustes en los hábitos alimenticios de Quiñónez; pero existe el compromiso personal y familiar, de que va a volver a los primeros planos del fútbol en el país, ser titular en Blooming y tener la oportunidad de volver a la selección nacional.
“Ha bajado de peso en el último tiempo y le falta alrededor de 10 kilos para estar en su mejor forma”, comentó.
Por ahora no va a incorporarse a los entrenamientos del plantel de Villegas; más adelante “vamos a organizar los trabajos específicos con el preparador físico del club (Jaime Jiménez) y con el preparador de arqueros (Roberto Ariñez)”.