Bolívar jugó para golear a Real Potosí y no acabar sufriendo, aunque lo más importante es el resultado, una victoria (2-3) que mantiene a la Academia en la cima de la tabla de posiciones del torneo Apertura luego de cumplida la jornada 23 y a solo tres para la conclusión del campeonato.
Todos los equipos que están luchando por el título ganaron en esta fecha antes de que Bolívar saltara a la cancha del Víctor Agustín Ugarte, lo que le obligaba también a vencer, y lo hizo siendo muy superior y a ratos jugando bien, aunque ello no se tradujo en el resultado.
Ahora la Academia tiene 45 puntos, se ubica delante de The Strongest (44), Always Ready (44) y Royal Pari (42), los cuatro que van por la corona y justo antes de un decisivo juego, el domingo en La Paz frente al equipo de la banda roja.
El tercero fue clave
Esta vez hay que partir por el casi final del encuentro. Bolívar gritó con fuerza el tercer gol, obra de Diego Bejarano a los 72 minutos. Fue un alivio porque lo necesitaba para hacer la diferencia y no correr el riesgo de sufrir un empate, que habría sido un grave accidente.
De manera que con el 1 a 3 a su favor jugó con más tranquilidad la recta final. Y cuán importante resultó esa anotación, ya que a los 93 llegó el segundo tanto de Real, un tiro libre de Gerardo Yecerotte (2-3). Terminar 2 a 2 habría sido para los celestes como una derrota.
Además, no dio razón alguna para sufrir, sobre todo porque cuando iba ganando por solo un gol, la Academia generó un montón de opciones y así mismo las desperdició o se topó con la buena actuación del golero Gustavo Salvatierra. De no haber sido por esa combinación, el partido hubiera terminado en goleada.
Solo un susto
El partido comenzó con un gol de Julián Melchor para poner a Real Potosí arriba en el marcador muy temprano, a los 4 minutos. Guapeó el futbolista del equipo local hasta mandar la pelota adentro.
Fue nada más que un susto para Bolívar, que con mucha más jerarquía que su adversario giró el partido hacia su lado en todos los sentidos: teniendo el balón, sin pasar apuros atrás y generando mucho volumen ofensivo.
Tal vez Real tuvo alguna ocasión más; en cambio, fueron muchas más las de la Academia, hasta hacer madurar el gol del empate y luego el del triunfo parcial, ambos de Marcos Riquelme y seguidos, el primero tras un córner a los 33 minutos y, el segundo, con un cabezazo luego de un centro de Leo Vaca, a los 36.
Desde entonces Bolívar fue dueño absoluto y aunque faltaba mucho tenía el partido ganado, era imposible que lo perdiera, la cuestión era saber por cuánto. Y es que pudo ser una goleada y no el estrecho 2-3 mentiroso pero valioso que lo mantiene como único líder y principal aspirante al título.
