Campaña: Inversión pública, incentivos para el sector privado y diversificación para evitar una catástrofe en el empleo

Los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) dan cuenta que a julio de este año el desempleo urbano escaló hasta un 11,8% en Bolivia.

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Los efectos devastadores del coronavirus en el mercado laboral están entre las principales aflicciones de decenas de miles de familias bolivianas, las cuales por falta de una fuente de trabajo ven cada vez más mermados sus ingresos o ya no tienen medios de supervivencia. Los candidatos a la presidencia no son ajenos a esta preocupación, por lo que diseñaron diversas propuestas para, primero paliar, y luego superar la crisis laboral.

Los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) dan cuenta que a julio de este año el desempleo urbano escaló hasta un 11,8% en Bolivia, luego de haber cerrado el 2019 con un todavía manejable 4,83%.

“Como resultado de la cuarentena, se presenta un incremento de 7,9 (puntos porcentuales) en la tasa de desocupación, lo que genera un total de 11,8% a julio del presente año. Sin los efectos de la pandemia, esa tasa hubiese sido de 3,9%”, detalló a fines de agosto el director general ejecutivo del INE, Yuri Miranda.

Y la pandemia aún no ha terminado.

En este marco, las agrupaciones políticas en carrera electoral proponen modelos estructurales o particulares para, primero salvar, y luego fortalecer la oferta laboral en el país.

El Movimiento al Socialismo (MAS) –que estuvo en el poder por casi 14 años– propone una nueva generación de políticas productivas “más allá de los sectores estratégicos”, políticas que incluyan la necesidad de hacer nuevos esfuerzos en materia de empleo digno, la diversificación de los sectores generadores de fuentes de trabajo, el apoyo a la actividad empresarial –particularmente la naciente y los nuevos emprendimientos ligados a la tecnología– y los servicios de conocimiento y economía naranja, así como el desarrollo de una serie de incentivos para mejorar la productividad del ecosistema empresarial.

Dado el importante rol del sector privado en la generación de empleo, promete implementar además políticas fiscales, financieras y de incentivo para la creación de fuentes de trabajo.

“Se debe plantear esquemas tributarios adecuados y progresivos para impulsar la generación de empleo de calidad, con énfasis en las empresas de reciente creación y los programas para trabajadores independientes, cuentapropistas y microempresarios, buscando que ofrezcan sistemas de seguro de largo plazo”, se indica en el plan de gobierno “Agenda del Pueblo para el Bicentenario” que promueve el candidato y ex ministro de Economía Luis Arce.

Comunidad Ciudadana (CC), liderada por Carlos Mesa, sugiere por su lado mecanismos para que en toda obra pública haya siempre participación nacional y formulará un acuerdo social “histórico” que incluya a los aparatos público y privado, lo que derivará en el impulso y la articulación de esfuerzos multisectoriales y multinivel para crear empleos de calidad en base a aumentos de la productividad.

Como parte del “acuerdo por la productividad y el empleo” pretende impulsar políticas como la desburocratización de trámites (tiempos y costos), exenciones que incentiven la creación de empleo, facilidades de importación de maquinaria y equipos para la producción industrial, lucha contra el contrabando y otros estímulos para las inversiones productivas.

También reducirán los trámites de pago de impuestos, facilitará la apertura y cierre de emprendimientos productivos en Bolivia; apoyará al turismo a través de un fondo; instalará modernos centros de trabajo colaborativo o “coworks” para el masivo empleo independiente, que además posibilitarán su transición hacia nuevos servicios de alta calificación laboral; y asentará un observatorio de brechas salariales y de remuneraciones de las mujeres.

La alianza Creemos, con su candidato Luis Fernando Camacho, propone la orientación del gasto y la inversión pública a proyectos de alto impacto en la generación de fuentes de trabajo formales; y la generación de incentivos fiscales a la inversión privada para la creación de 200.000 puestos laborales entre 2020 y 2025.

El potenciamiento de las empresas públicas, la creación de nuevas empresas estatales, la liberación total de las exportaciones y el apoyo a la pequeña y mediana empresa (pyme) serán también claves para este fin.

El respaldo a la pequeña inversión constará de incentivos y ayudas para la mayor formalización del sector, de su encadenamiento con empresas de mayor tamaño, de su incorporación al comercio exterior y de su priorización en las contrataciones públicas.

Libre 21, del aspirante a la presidencia Jorge Quiroga, pretende generar empleo con plantas de tratamiento de residuos, y establecer las condiciones para que las empresas en general, pero las micro y pequeñas en particular, produzcan fuentes de trabajo bajo el respaldo de “una adecuada política salarial” que permita que los empleos sean dignos y con protección social.

Otro elemento disrruptor será el diversificar la estructura productiva del país, el lograr que las exportaciones provenientes de los pequeños productores sean equivalentes a las ventas externas de las grandes empresas y el promover una alianza estratégica con empresas productivas intensivas en fuentes de trabajo para facilitar y promover las exportaciones no tradicionales.

Todas estas propuestas requerirán de recursos y se dan en un momento en el que el gasto y la inversión pública sobrepasan los límites fiscales.

Según la Organización Internacional del Trabajo, el inédito impacto que tendrá la pandemia del coronavirus en los mercados de trabajo causará un aumento de la pobreza y la desigualdad en la región, que registrará un récord histórico de 41 millones de desempleados, buena parte de ellos jóvenes.

Al respecto, las agrupaciones políticas que participarán de las elecciones presidenciales del 18 de octubre próximo tienen también una propuesta para facilitar el ingreso de los jóvenes al mercado laboral.

Entre los principales contendientes, CC ofrece servicios de educación de calidad y programas de apoyo a emprendimiento para cerca de 170.000 nuevos trabajadores por año. El tamaño del reto requerirá de la consolidación de programas existentes y de la generación de nuevas iniciativas de subsidio parcial para incentivar primeros puestos de trabajo en el sector formal y primeros emprendimientos

Basarán la generación del empleo juvenil en la creación y mejor funcionamiento de institutos técnicos de formación del capital human; en la vinculación de institutos técnicos y universidades con las empresas; y en la revisión de la legislación laboral para modificar las disposiciones que penalizan la creación de empleos.

“La ampliación de los programas actuales de generación de empleo para jóvenes debe articularse a iniciativas y políticas de apoyo a emprendimientos innovadores. Estas intervenciones funcionarán bajo esquemas de capital semilla, fondos concursables, capitalización privada o crédito”, indica a su vez el MAS.

Estas acciones se deben “complementar con programas de pasantías y servicio civil en el sector público y tendrán un doble propósito. Por un lado, generar procesos de profesionalización y, por el otro, abrir oportunidades de empleo a través de incentivos e información clara sobre la disponibilidad de espacios laborales.

Libre 21, asimismo, a través de diferentes mecanismos como el de trabajo por tiempo horario, posibilitará que jóvenes que se encuentran estudiando o capacitándose puedan acceder a un ingreso económico a través de un empleo horario. Bajo este concepto implementará el programa mi primer empleo, para que los jóvenes que salen de las universidades y otras instituciones académicas, obtengan su primer empleo, trabajando en la institución pública que ellos elijan.

Los programas de gobierno del Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), Frente para la Victoria (FPV), Acción Democrática Nacionalista (ADN), MAS, CC, Creemos y Libre 21 se encuentran en https://www.oep.org.bo/elecciones-generales-2020/.