Durante Semana Santa, el comercio de pescados prolifera en la ciudad de El Alto por lo que algunas comerciantes del mercado Los Andes recomiendan a sus clientes identificar el buen estado de la carne con algunas señales, como: agallas rojas, escamas firmes y adheridas, ojos ‘saltones’ y buena consistencia del producto.
“El pescado fresco llega con la agalla ‘rojita’ de ambos lados y es blanda, las aletas tienen que ser un poco negras, pero cuando el pescado está mal, las agallas son de color rosado o blanco, y hasta negro; eso ya nos muestra que está en mal estado”, explicó Seferina Poma, una comerciante del lugar.
Se debe revisar, además, que los ojos no estén hundidos y que el resto del producto presente una “consistencia firme y no blanda”, con las escamas adheridas al cuerpo, agregó.
Además, la entrevistada aseguró que es importante la manipulación adecuada del pescado y el correcto almacenamiento por parte de los consumidores, para el óptimo estado de conservación. Y aseguró que en su centro de abasto “cumplen rigurosamente” con inocuidad alimentaria.
Poma, al igual que otras ‘caseritas’, invita a la población en El Alto a que compren pescado fresco en el mercado Los Andes, donde las vendedoras cuentan con el carnet de sanidad, que certifica la correcta manipulación de alimentos.
“Estamos pasando cursos, contamos con nuestro carnet sanitario, cada semana estamos llevando a las compañeras a pasar clases y vamos a pasar otros cursos para vender limpio, y eso estamos organizando desde la asociación de pescaderas”, agregó la comerciante.