Luego de cumplirse el plazo otorgado por los gremiales al Gobierno, este jueves comienza las movilizaciones en el eje troncal del país y un paro cívico en Potosí, contra la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo.
Del Movimiento Al Socialismo (MAS), que defienden la norma y rechazan las protestas, se preparan para dar respuesta desde las calles.
Francisco Figueroa, dirigente de la Confederación Sindical de Trabajadores Gremiales de Bolivia (CSTGB), confirmó la protesta y aseguró que aparte de su gremio marcharán también otros sectores porque consideran que afecta a sus derechos.
“Queremos que se anule la ley 1386 y después, entre todos los sectores, vamos a ayudar al Gobierno que haga una ley para los bolivianos, que no sea extorsionadora y que cumpla con el Estado y con el pueblo boliviano”, dijo Figueroa.
En La Paz, los gremiales anunciaron que se realizarán marchas esporádicas con el apoyo de sectores como el magisterio urbano, cocaleros, rentistas, panificadores y médicos, entre otros.
Dirigentes del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) ratificaron la realización del paro cívico de 48 horas en la Villa Imperial y prevén inclusive el cierre de las carreteras que unen al departamento con otras regiones, a partir de las cero horas de esta jornada.
En contra parte, el viceministro de Régimen Interior, Nelson Cox, rechazó las movilizaciones y advirtió que lo que se busca son “convulsiones” sociales en el país.
“Lo que aquí ha ganado es la desinformación y esa desinformación parece que es intencionada, hay una intención de generar problemas, de generar movilizaciones y convulsiones, eso lo que estamos identificando (…) buscan impunidad”, declaró Cox a radio Éxito.