De enero a septiembre hubo 89 feminicidios y el 64% se suscitó en la cuarentena

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Feminicidios en Bolivia.

La casa, el lugar más seguro que puede tener una persona, se constituyó en el más peligroso para muchas mujeres durante la cuarentena por el COVID-19, un tiempo en el que las víctimas de violencia se vieron forzadas a encerrarse con sus agresores, 57 de ellas al punto de perder la vida, una cifra equivalente al 64% de los 89 casos registrados por la Fiscalía en el país, entre el 1 de enero y 30 de septiembre.

El 12 de junio, Ana L. fue golpeada con una botella de vidrio en la cara y el cuerpo, dentro de su domicilio en El Alto. Llegó al Hospital de Clínicas, en La Paz, con el rostro destrozado y en estado crítico por los golpes. Un par de horas después falleció por traumatismo facial severo con fractura de huesos. El agresor fue su pareja, Luis Fernando T., quien ya contaba con antecedentes penales por violencia.

Ella es una de las 57 víctimas de feminicidio durante el confinamiento, que se aplicó en el país entre marzo y agosto como medida de prevención contra el virus. En este tiempo hubo restricciones para la circulación de personas y vehículos, y las más drásticas se dieron entre marzo, abril y mayo, tres meses en el que la Fiscalía registró 22 asesinatos de mujeres por razones de género.

En enero, febrero y septiembre, antes y después de la cuarentena, se suscitaron 32 feminicidios. De los 89 casos en los primeros nueve meses del año, la mayoría se reportó en el departamento de La Paz, con 33; seguido por Santa Cruz, con 15; Cochabamba, con 12; y Oruro, con 11. En Beni hubo seis casos; en Potosí, cinco; en Chuquisaca, tres; en Tarija, dos; y en Pando, dos.

Las cifras se detallaron en ocasión al Día de la Mujer Boliviana, conmemorado cada 11 de octubre en homenaje al nacimiento de Adela Zamudio, una poetisa, maestra y promotora de los derechos de las mujeres de su época, y con el objetivo de visibilizar las principales problemáticas contra la población femenina del país.