El viceministro de Defensa del Consumidor, Jorge Silva, informó este martes que se realizan operativos de control en funerarias debido a denuncias sobre precios elevados para el entierro de fallecidos por COVID-19.
“Ahora estamos trabajando en regular los precios de los servicios que prestan las funerarias que han pretendido hacer su agosto en época de pandemia a costa del dolor de la gente”, dijo en entrevista en Bolivia TV.
Explicó que los servicios funerarios que antes costaban Bs 2.000 o Bs 3.000 ahora llegan a precios desde Bs 14.000 hasta Bs 16.000.
Agregó que de acuerdo a la estructura de costos el entierro o cremación de una persona fallecida no debería ser mayor a los Bs 2.200.
Aseguró que en el caso de las cremaciones se conoció que el precio en La Paz es de Bs 700 y que en otras ciudades el servicio es gratuito.