La encargada del desayuno escolar del colegio Santa Ana denunció ante el Centro de Atención al Usuario y Consumidor que la empresa que elabora el desayuno escolar en la urbe tarijeña entregó galletas en cajas recicladas de aceite y con mal olor.
Además, una madre de familia encontró un cabello incrustado en medio de una galleta.
Ante esas presuntas irregularidades, el Centro de Atención al Usuario, dependiente del Viceministerio de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, junto a la Intendencia Municipal inspeccionaron la empresa FAINABOL y evidenciaron el incumplimiento parcial en cuanto a buenas prácticas de manufactura.
“Al momento del verificativo el personal no contaba con indumentaria de trabajo ni protocolo de bioseguridad; siendo este el factor determinante para la contaminación de los alimentos elaborados”, informó Defensa del Consumidor.
El viceministerio indicó que existe un daño colectivo; por lo que, se procederá a la sanción de 3.000 Unidades de Fomento a la Vivienda (UFVs).
