Robert Blanco fue destituido definitivamente de la dirigencia del fútbol nacional por decisión unánime de los 21 delegados asistentes al 50º Congreso Ordinario de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
La determinación es un rechazo y una sanción a Blanco por haber acudido a la justicia ordinaria reclamando la presidencia de la FBF a través de un amparo constitucional que le fue favorable.
Tras el fallecimiento del presidente titular César Salinas, Blanco y Marcos Rodríguez iniciaron una pugna por la presidencia de la FBF, que derivó en una crisis y fuerte división entre los clubes de primera categoría.
El congreso avaló que Blanco haya sido suspendido por el Comité Ejecutivo después de haber tomado la presidencia de la FBF dando cumplimiento al amparo, aunque el dirigente apeló a otras instancias ordinarias afirmando que no se cumplió la orden constitucional.
El 18 de agosto, la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz falló a su favor e instruyó la tutela de la FBF.
Ahora está acéfalo el cargo de vicepresidente de la FBF en representación de la División Profesional, cuyo Consejo Superior deberá designar al nuevo integrante de esa instancia.
Blanco ya adelantó que seguirá luchando a través de acciones legales y que hará cumplir el fallo, anulando todos los actos de la FBF, entre ellos las decisiones del Congreso Ordinario, que esta madrugada eligió a Fernando Costa como nuevo presidente.