A las 10.45 de este domingo Luis Arce Catacora asumió la presidencia de Bolivia y, con ello, el Movimiento Al Socialismo (MAS) volvió al poder luego de un año de gobierno de transición de Jeanine Áñez.
El excanciller y ahora vicepresidente del país, David Choquehuana, le tomó juramento y le impuso la banda y la medalla presidencial.
Arce y Choquehuana entonaron el himno nacional con la mano derecha en el pecho y el brazo izquierdo en alto y luego de ello se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en los conflictos de noviembre de 2019.
“No lograron apagarnos, estamos vivos, somos de Tiwanaku”, anunció Choquehuanca antes de dar paso al primer discurso del nuevo presidente. Dijo que el nuevo tiempo se sustentará sobre los consensos y que se trabajará escuchando a las fuerzas opositoras.
“El cóndor levanta vuelo solo cuando su ala izquierda está en perfecta armonía con su ala derecha”, afirmó.
Llamó a los bolivianos a superar el odio y la discriminación y prometió que ya no habrá abuso de poder.
Arce comenzó su discurso señalando que “se ha recuperado la democracia”.
Dijo que en 2019 hubo una guerra contra el pueblo y que se utilizó la pandemia del coronavirus para enfrentar un gobierno de facto.
Aseguró que en el último año de gobierno se intentó proscribir al MAS “y al pueblo en su conjunto”. Y que desde sectores minoritarios “se quería una democracia para unos pocos”.
Luego destacó su victoria con más del 55% de respaldo y dijo que trabajará para fortalecer la economía “ que el gobierno transitorio hizo añicos”.
Su discurso estuvo lleno de ataques al gobierno de Áñez. Dijo que el gobierno transitorio dejó al país una deuda de 4.200 millones de dólares.
