En un cargamento de exportación de chatarra fueron detectadas e incautadas más de siete toneladas de clorhidrato de cocaína, pero la incautación hubiera sido mayor si desde la Fiscalía no se hubiera filtrado información a los medios de comunicación que terminó alertando a los narcos, manifestó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
La droga fue encontrada dentro de la chatarra que tenía como origen Santa Cruz y destino Bélgica. La droga estaba distribuida en dos de tres camiones que llegaron hasta el control de Pisiga, en la frontera con Chile, mientras en el primer camión no había droga, lo que hace presumir que lo enviaron para no despertar sospechas.
En los restantes dos camiones sí se encontró clorhidrato de cocaína. Y, según reportes oficiales, un cuarto camión estaba por hacer el mismo recorrido, de Santa Cruz a Pisiga, pero la filtración de información de la Fiscalía a medios de comunicación terminó alertando a los narcos y haciendo que aborten el envío.
“Lamentablemente por información que se ha filtrado a través del Ministerio Público a los medios de comunicación, los dueños de esta mercadería han fugado del país”, dijo Del Castillo e informó que uno de los dueños de la mercadería ilegal huyó por Brasil hacia Estados Unidos, mientras su esposa se puso a buen recaudo.
La empresa utilizada se denomina Ronald Barrios Vargas – TODOMETALES, con sede en Santa Cruz. Por lo que, una vez descubierta la droga en Pisiga, se desplazaron policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) a Santa Cruz, para dar con los dueños de la droga.
“Hemos realizado los allanamientos correspondientes en Santa Cruz, (el lugar donde funcionaba la empresa) estaba completamente lavada y con las evidencias borradas. También hemos encontrado una serie de indicios y hemos podido encontrar el cuarto contenedor, lamentablemente vacío”, señaló el Ministro.
En uno de los contenedores se contabilizó un peso de 3.590 kilogramos de droga y en el otro, 3.690 kilogramos, haciendo un total de 7 toneladas con 280 kilos de cocaína.
Y tres personas vinculadas fueron aprehendidas: Reinaldo A. E., Alex C. A., y Brayan P. V.. Además, secuestraron los tres camiones contenedores y cinco teléfonos celulares. “Si contabilizamos el precio de estas sustancias controladas en el país de destino estamos hablando de una afectación al narcotráfico de más de 451.360.000 dólares. El kilogramo de cocaína en Bélgica está en aproximadamente 62 mil dólares. Esta afectación al narcotráfico, la cual hemos denominado como la segunda incautación más grande en la historia de nuestro país, tiene un peso de 7.280 kilogramos de cocaína de alta pureza”, concluyó Del Castillo.