Desde julio de este año, la Compañía de Jesús ha realizado una auditoría a los protocolos y políticas de prevención de abusos en las obras educativas, sociales, de espiritualidad, parroquiales y medios de comunicación social que están a su cargo en todo el país, con el objetivo de actualizarlas e implementar acciones para su continua aplicación.
La licenciada Sandra Carvajal, psicóloga y responsable del Centro de Escucha y Atención a víctimas de abusos, de la Compañía de Jesús, ha sido parte del equipo que ha visitado estas obras para su fiscalización, en estos meses.
“La razón principal para trabajar la actualización y auditoría de las políticas de prevención contra la violencia y el abuso sexual es resguardar la seguridad integral de niños, niñas, adolescentes, y adultos en situación de vulnerabilidad. La Compañía de Jesús trabaja con distintas obras y lo que se quiere es que cada una de ellas cuente con protocolos actualizados y en vigencia para prevenir cualquier tipo de violencia. Es una responsabilidad muy grande porque la acción apostólica de la Compañía de Jesús abarca diferentes tipos de instituciones, con diversos públicos”, sostiene Carvajal.
Un proceso de varios meses de trabajo
La Compañía de Jesús cuenta con una política de ambientes sanos y seguros en todas sus obras desde hace varios años atrás; sin embargo, a raíz de las denuncias de pederastia y abusos sexuales ocurridos en décadas pasadas, en algunas de las instituciones educativas que dirige, decidió emprender a partir de julio de este año una auditoría para evaluar y actualizar los protocolos de prevención que tienen las mismas.
Hasta la fecha, la gran mayoría de estas instituciones han sido evaluadas en una primera ronda y cuentan con protocolos actualizados.
En el marco de este proceso, aunque la prioridad es la prevención del abuso sexual, se ha abordado el tema de la violencia en general: violencia verbal, violencia física, violencia entre grupos de pares, además del abuso sexual.
“Nuestro principal propósito es concientizar y posteriormente sensibilizar la prevención del abuso sexual. Como hallazgos pudimos identificar en algunas unidades educativas algunos tipos de violencia verbal, violencia física entre grupos de pares y no pares, principalmente; lo
que se conoce como bullying y que ahora es una preocupación en todo el sistema educativo”, señala Carvajal.
Según menciona la especialista, las evaluaciones y actualizaciones de las políticas y protocolos de prevención se basan en tres estándares. “El primero tiene que ver con las políticas de prevención, es decir que cada obra tenga los lineamientos definidos sobre qué es una política de prevención, protocolos de actuación, cómo deberíamos de responder ante una denuncia. El segundo es saber si la obra tiene o no un protocolo escrito, físicamente plasmado, y que los integrantes de cada institución sepan cómo actuar ante una denuncia. El tercer estándar es trabajar los códigos de conducta. Por ejemplo, en el caso de una unidad educativa, los códigos de conducta no solamente deben afectar a los profesores, también deben llegar a la parte administrativa, al personal de servicio, a los mismos estudiantes. De esta manera lo que se quiere es resguardar a toda la población que está involucrada en el trabajo de cada obra, ya sea una unidad educativa, una obra social, una obra pastoral o un medio de comunicación”.
Como producto de este proceso, las políticas de prevención, los nuevos protocolos de actuación y códigos de conducta van a ser aprobadas en noviembre de este año por el provincial de la Compañía de Jesús para proceder a su implementación.
“Esperamos que esto sea un referente para que otras instituciones, ajenas a la Compañía de Jesús, también trabajen en la prevención del abuso sexual y otras formas de violencia para que toda la sociedad se culturalice en la prevención de cualquier tipo de abuso”, añade Sandra Carvajal.
Compromiso de la Compañía de Jesús
Para la Compañía de Jesús esta es una expresión de un firme compromiso en la prevención de la violencia en todas sus formas, que no es reciente y que se seguirá impulsando a largo plazo.
“Es un trabajo arduo para los directores de las obras y los agentes que lo llevarán a cabo. Cada director de obra es responsable de que se implemente y actualice el protocolo y también de la parte operativa para que estas políticas se implementen efectivamente. El propósito de contar con una política de ambientes sanos y seguros no es solo retórico; se cuenta con un sistema SASS (Sistema de Ambientes Sanos y Seguros) por el cual el director de cada obra delega a un agente responsable de la actualización de estas políticas de prevención y, dependiendo de la magnitud de la obra, es decir de la población con la que se trabaja, se delega a otros responsables, subagentes, quienes vigilan que las políticas de prevención se cumplan. Lo que queremos como Compañía de Jesús no es tener solamente plasmado en físico, en papel, estos protocolos y que estén archivados, sino hacerlos efectivos”, afirma Carvajal.
Para ello el equipo de Ambientes Sanos y Seguros de las diferentes obras de la Compañía de Jesús trabajará a través de capacitaciones, talleres, sensibilización, concientización tanto para padres de familia, estudiantes, profesores, voluntarios, técnicos, personal administrativo y personal de servicio y diversos profesionales según el tipo de institución. Para contar con la garantía de que los instrumentos de prevención se han actualizado completamente se llevará a cabo, según señala la responsable del Centro de escucha y atención a las víctimas de abusos, una segunda auditoría, en la que se verifique y se tenga certeza de que estas políticas y protocolos están abordando todos los aspectos necesarios.