La canciller Karen Longaric afirmó que la invitación realizada por la presidenta del Senado, Eva Copa, a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, para que observe las elecciones del domingo es una convocatoria a una intromisión más del gobierno de ese país en asuntos internos de Bolivia.
«Desde mi punto de vista personal, creo que esa es una invitación a una intromisión más del gobierno argentino en los asuntos internos de Bolivia. Esto lo digo por todos los antecedentes recientes que se han dado y que el Gobierno de Bolivia los ha repudiado», dijo Longaric en una entrevista con TVU.
Hace dos días se conoció que Copa, legisladora del Movimiento Al Socialismo (MAS), envió una misiva a Kirchner y a otras representaciones de las cámaras de diputados y senadores de América Latina, Europa y a organizaciones internacionales para que sean parte de los observadores de las elecciones «y así acompañar y hacer seguimiento a cada una de las etapas que se establecieron en el calendario electoral».
«Ahora bien, nosotros en Cancillería nos hemos enterado de esta invitación porque el Senado argentino ha enviado una nota a la Embajada de Bolivia pidiendo que se le dé información acerca de los comicios (y) lugares en los que supuestamente estaría la señora Kirchner. Esa información nosotros la hemos hecho llegar al Parlamento, a conocimiento de la señora Copa, pero más de eso desconocemos (otros detalles, pero) sabemos que tampoco esto es de conocimiento del Tribunal Supremo Electoral», agregó la Canciller.
Además, consideró que sería «muy contradictorio» que Kirchner venga a Bolivia, siendo que desconoce o ha rechazado reconocer al gobierno de la presidenta Jeanine Áñez.
«Pero si vienen a Bolivia necesariamente tendrán que recurrir a autoridades del Poder Ejecutivo, (por) cuestiones de seguridad, etc. Entonces, francamente me deja muy desconcertada esta situación en mi calidad de Canciller. Lo más lógico sería que la visita de una autoridad del Poder Ejecutivo de otro país nos comunique de este viaje», puntualizó.
El gobierno de Alberto Fernández cobija al expresidente Evo Morales desde diciembre de 2019 permitiendo que realice actividad política constante desde ese país y no reconoce abiertamente a la administración de Jeanine Áñez, quien asumió la Presidencia por sucesión constitucional.
Esta compleja relación entre ambos países empeoró después de la declaración del subsecretario argentino de Obras Públicas, Edgardo Depetri, quien, tras sostener una reunión con Morales, incluso se comprometió a «fortalecer la participación de migrantes» bolivianos en las elecciones generales para que el Estado Plurinacional «vuelva a ser un país libre y democrático».