El artista gráfico Martín Sánchez Escóbar (re)presentó en el auditorio de la Casa del Poeta (Miraflores) su Bitácora gráfica, libro publicado por la editorial 3600. Una publicación que resume los colores, las paredes y la intensa vida chukuta con crónicas gráficas y que muestran las peculiaridades de quienes recorremos la ciudad antigravedad.
El texto recopila las publicaciones que, desde hace varias décadas, Sánchez coleccionaba en un blog y que tras una disolución empresarial quedó extraviado en el universo digital. Sin embargo, tras una búsqueda intensiva, el creativo recuperó la dirección digital, rescató esas publicaciones y, esta vez, unificarlas en el formato más convencional de la “celulosa”.
En la (re)presentación, del 12 de diciembre reciente, había amigos, conocidos y los personajes variopintos que parecían saltar del libro de Sánchez para compartir sus historias con los presentes. La Casa del Poeta (Miraflores) se vistió de colores con la nueva propuesta impresa del paceño que lleva 27 años, más o menos, reaccionando a las diversidades urbanas.
El encuentro contó con el apoyo del Gobierno Municipal paceño y varios amigos colegas, quienes comentaron las visiones particulares de un libro que invita a verlo, leerlo y releerlo, puesto que en cada revisión “tiene algo nuevo que ofrecer”, comentó una lectora.
Gonzalo Llano contribuyó con unas crónicas en el libro y, en la reunión, leyó un par de microcuentos que admiraron a la audiencia por su claridad y contundencia en menos de dos minutos.
“Me siento muy feliz por esta muestra y por la oportunidad de compartir la Bitácora con los amantes del mundo gráfico”, destacó Sánchez, quien también recorre la ciudad a fuerza de pulmón y desgaste de zapatos deportivos en todas las competencias que, solo los valientes, se animan a vencer en la ciudad de las alturas.
“El libro refleja las crónicas gráficas de la ciudad, tiene muy poco texto. Incluye imágenes de letreros raros y otros que me llamaban la atención: como el restaurante El pollo accidentado u otra sección denominada: Mis problemas con el lenguaje que muestra los letreros callejeros escritos con errores ortográficos”, explicó Sánchez.
La publicación también tiene algunas historias de quienes iluminan la ciudad con sus grafitis, murales, esténciles y otras herramientas que sirven para intervenir las paredes locales. En definitiva, es un libro con vida propia, para ver, tocar y disfrutar. Para redescubrir la ciudad, a través de los ojos de un artista del mundo gráfico, quien comenzó esta recopilación de imágenes en 2009, cuando combinaba sus estudios universitarios con contratos más convencionales de diseño y diagramación de publicaciones periodísticas e institucionales.