Al concluir la jornada de oración “por la vida”, que duró 40 días, el monseñor Jesús Juárez, arzobispo emérito, arremetió contra el aborto y aseguró que la práctica acaba con más vidas, refiriéndose a los niños, que “cualquier pandemia de la historia”. También pidió rechazar “la cultura de la muerte”.
“Hay más muertes en el aborto que en cualquier pandemia de la historia, pero nadie se acuerda de defender a esa persona y toman decisiones sin pensar en los afectados. Esos niños no nacidos gozan de Dios al no cometer ningún pecado, demos gracias a Dios en este día de Todos Santos, a los angelitos que están glorificando y adorando a Dios”, expresó el religioso.
Exhortó a los creyentes católicos a seguir rezando y ser valientes a la hora de “defender la vida” desde el momento de la concepción hasta su fase final. También pidió “ser los nuevos constructores de la vida, la paz y entendimiento, rechazando la cultura de la muerte”.
Luego de criticar duramente la práctica del aborto, el monseñor aclaró que “la iglesia siempre condena el pecado y extiende la mano al pecador”.
En reiteradas oportunidades, colectivos y activistas que defienden los derechos de las mujeres cuestionaron la posición de la Iglesia Católica bajo el argumento de que el 13% de las muertes maternas en Bolivia son producto de un aborto mal practicado en clínicas clandestinas, datos que fueron compartidos por el Ministerio de Salud, que estimó que 200 mujeres se realizan este tipo de procedimientos en lugares clandestinos cada día.