A los 90 años, Fernando Karadima, quien protagonizó el mayor escándalo de abusos sexuales en la iglesia católica murió la noche de ayer domingo 25 de julio, en la residencia de ancianos San Juan de Dios, en Santiago de Chile.
Según informaron medios de aquel país, el deceso se habría producido a causa de una bronconeumonía, insuficiencia renal, diabetes mellitus e hipertensión arterial.
Karadima fue uno de los principales acusados luego de que tres víctimas denunciarán públicamente los delitos cometidos por el religioso en su contra.
A causa de las acusaciones, el 16 de enero de 2011, el Vaticano declaró a Karadima culpable de los hechos contra menores con violencia y abuso de su potestad eclesiástica, por lo que fue confinado a una vida de oración y penitencia. Y más tarde, el año 2018, fue expulsado de la Iglesia Católica por decisión del Papa Francisco.
Por su parte, el Arzobispado de la capital chilena, señaló que acompañan a las víctimas sobrevivientes, a quienes han sufrido y a sus familias con sus oraciones para sanar el dolor causado.
