Casi dos horas demoraron los forenses en extraer los restos óseos atribuidos al teniente Jorge Clavijo, el asesino de Hanalí Huaycho, la joven periodista que perdió la vida con 15 puñaladas en febrero de 2013.
El féretro estaba enterrado en lo profundo del Cementerio Celestial como la historia que ahora ha reflotado debido a una prueba de ADN cuyo resultado se conocerá en octubre.
Su exhumación, ejecutada el viernes 25 de septiembre, se da a siete años y medio del trágico suceso que ahora tendrá un giro cuando se compare la información genética del cadáver y del hijo que la víctima y el policía procrearon.
El equipo multidisciplinario de la Fiscalía tomó placas radiográficas y trasladó los restos hasta la morgue del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) bajo una estricta cadena de custodia.
Reporte
El informe preliminar da cuenta que el cadáver presenta una “esqueletización y descomposición de todo el tejido muscular”, por lo tanto los expertos estiman que los resultados para determinar si se trata de Clavijo o no podrían emitirse en aproximadamente 25 días, es decir, en la segunda quincena de octubre.
“Se trata de una actuación pública”, dijo el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, tras explicar que en el acto procesal estaban presentes la familia de la víctima, sus abogados, miembros del Ministerio de Gobierno y otras autoridades.
“Reiteramos que este trabajo va a ser desarrollado de manera transparente y pública, es decir que va estar al acceso de la población y el resultado que tengamos se dará a conocer una vez que concluyan las pericias”, remarcó.
De hecho, varias redes de televisión transmitieron desde la morgue los primeros procedimientos.
Estudios
El director nacional del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), Andrés Flores, explicó que los pasos siguientes son los procedimientos de tanatología, es decir los aspectos relaciones con la muerte, sus causas y sus fenómenos.
“Tenemos que separar la parte de los tegumentos del hueso y empezar el estudio de las lesiones que pudiese tener el cadáver. Luego viene el estudio de antropología forense para determinar qué talla es, qué biotipo es, qué sexo y si tiene algunas lesiones”, detalló.
Posteriormente, prosigue el estudio de odontología forense en el cual se tomará una tomografía del cráneo, y del maxilar superior e inferior, con el fin de elaborar moldes.
“Luego ingresará genética para realizar la toma más idónea para hacer la comparación genética con la muestra del hijo de Hanali Huaycho”, explicó Flores.
Sospechas
El actual Gobierno tiene serias dudas sobre la pertenencia de los restos a Clavijo. Las sospechas no son nuevas. Tras el hallazgos de los restos en un presunto escenario de suicidio en los Yungas de La Paz, varios peritos plantearon su desconfianza.
“Por 14 años hubo un gobierno que ha tergiversado la verdad en muchos procesos como el caso terrorismo y consideramos que este no sería la excepción y es por eso que nosotros nos hemos constituido en parte a fin de esclarecer esto y quizás para darle tranquilidad a la familia de Hanalí Huaycho”, dijo Roberto Barbosa, director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Gobierno.
Según un recuento de esa cartera del Estado, Huaycho murió la noche del 12 de febrero de 2013 a causa de 15 puñaladas que le propinó Clavijo en su domicilio en la ciudad de El Alto.
Luego, el entonces teniente huyó. Fue buscado y un mes después se halló un cuerpo en descomposición colgado de un árbol, pero, según los reportes preliminares, no tenía relación con el tiempo de su muerte.
Detrás de la historia de la muerte de Huaycho se tejieron varias teorías, una de ellas que tenía conocimiento de detalles comprometedores del caso de la balacera en el Hotel Las Américas, vinculado al proceso por Terrorismo en Santa Cruz. Clavijo era miembro de la Unidad Táctica de Apoyo y Resolución de Crisis (UTARC) que fue parte de ese operativo.
