Impuesto a la riqueza, más industria, bonos y uso de los aportes a las AFP: Las claves económicas del nuevo gobierno

La economía de Bolivia está afectada por la crisis poselectoral de 2019, la pandemia y las pugnas políticas

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Luis Arce Catacora, el futuro presidente de Bolivia.

El nuevo gobierno tiene previsto crear un impuesto a la riqueza, impulsar una mayor industrialización, distribuir bonos, poner un tope de Bs 14.000 a los salarios del sector público y desarrollar una agenda de 13 pilares para reactivar, primero, y mantener el desarrollo, después, de la economía boliviana, severamente castigada por la pandemia.

Las propuestas iniciales fueron presentadas por el hoy presidente electo Luis Arce, a diferentes medios nacionales e internacionales durante el periodo de campaña electoral.

La primera medida que concretará el ex ministro de Economía será la entrega del Bono Contra el hambre, de Bs 1.000, a los bolivianos mayores de 18 años que no reciban ningún tipo de salario.

El impuesto a la riqueza, a su vez, se aplicará al 0,01% de la población boliviana para recaudar unos $us 400 millones; mientras que la industrialización intensiva, para sustituir las importaciones, se financiará con la suspensión del pago de la deuda externa del país por al menos los siguientes dos años.

Otras acciones contempladas durante la campaña son la repatriación de activos de las empresas que utilizan paraísos fiscales y la asignación de hasta un 10% de los aportes para jubilación de los trabajadores a créditos productivos.

En su plan de gobierno, el futuro partido oficialista tiene igualmente planificado “consolidar” la base de la economía en la industrialización para el desarrollo y la generación de empleo digno; en la redistribución del ingreso y reducción de la desigualdad; en las oportunidades económicas, transformando las mejoras productivas en mejores fuentes de trabajo; en poner al Estado al servicio de la sociedad, con más justicia y más seguridad, y con menos corrupción y burocracia; y en una agenda ambiental con desarrollo y respeto a la Madre Tierra.

Estos logros se alcanzarán hasta 2025 a través de acciones como la universalización de los servicios básicos (agua, alcantarillado y saneamiento básico, telecomunicaciones, electricidad, vivienda y transporte carretero, ferroviario, por cable y aéreo) y la soberanía en los sectores científico y tecnológico, financiero, de producción con diversificación; de los recursos naturales (hidrocarburos, minería, energía y recursos evaporíticos); de alimentos; del desarrollo integral del medio ambiente, con la restauración y fortalecimiento de los bosques y la biodiversidad, y la preservación de la diversidad natural y manejo integral de los residuos sólidos.

Si desea consultar el plan de gobierno completo ingrese a bit.ly/3kkZaMk.

La economía de Bolivia se encuentra al momento bastante golpeada por la crisis política que surgió tras las elecciones de octubre de 2019, por las restricciones impuestas durante la emergencia sanitaria, por la gestión del gobierno de transición y por la pugna política de éste con el MAS, que controla la Asamblea Legislativa.

El martes pasado, el ex ministro de Economía dijo que los indicadores económicos le “asustan” porque no se habían visto similares ni en tiempos de la UDP.