La Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) firmaron este viernes un convenio de cooperación para establecer mecanismos de coordinación y cooperación técnica en el desarrollo de proyectos, programas y actividades conjuntas en el ámbito de las competencias de cada una de las partes, en especial en la aplicación de la tecnología nuclear con fines pacíficos.
Asimismo, se desarrollarán actividades de difusión y socialización orientadas a productores agropecuarios, empresarios, industrias, emprendedores, negocios, o cualquier otra parte interesada para que puedan beneficiarse del uso de la tecnología nuclear.
La directora general ejecutiva de la ABEN, Hortensia Jiménez, citada en un comunicado institucional, afirmó que el convenio con el IBCE tiene por objetivo desarrollar una cooperación interinstitucional, coordinando una serie de acciones para el desarrollo de proyectos, programas y actividades para las aplicaciones de la tecnología nuclear, en el ámbito de las empresas exportadoras.
“Trabajaremos por una Bolivia digna, productiva, exportadora y soberana” dijo.
Acotó que la ABEN, enmarcada en la Agenda Patriótica del Bicentenario 2025, estableció el pilar para la consolidación de la soberanía científica y tecnológica con identidad propia, y que en esa línea trabaja para fortalecer el crecimiento del país, vislumbrando de esa manera, el desarrollo de aplicaciones pacíficas de la energía nuclear en Bolivia.
Por otra parte, el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, destacó la alianza entre una entidad estatal que trabaja con tecnología nuclear para fines pacíficos y una entidad técnica del sector privado que promueve el comercio exterior boliviano.
“Esto nos permitirá avanzar en una sinergia público-privada en temas de salud, hacia la disminución de costos para acceder a este servicio y combatir el cáncer”, dijo.
Afirmó que se realizará un trabajo coordinado en capacitación e interacción con el sector privado promoviendo esa tecnología en la agropecuaria (reducción de carga microbiana en alimentos; control de plagas; inhibición de brotes; mejoramiento genético; esterilización de insectos); en la industria (esterilización de productos biomédicos, tratamiento de residuos), minería (transformación de materiales); y en la exportación (alargamiento de vida útil, eliminación de bacterias y patógenos para evitar cuarentenas).
